Descripción

Tholgar es un gólem de piedra, una criatura creada hace milenios por los antiguos magos de Karnhor, la ciudadela olvidada en las montañas. En su momento, Tholgar era uno de los muchos guardianes colosales que protegían la fortaleza, esculpido de roca pura y animado por una chispa de magia primordial. Los constructores de Karnhor querían una defensa inquebrantable, y Tholgar cumplía ese propósito, inmóvil, vigilante, y absolutamente fiel a su deber.

Pero los años pasaron y el tiempo no tuvo piedad con los habitantes de Karnhor. La ciudadela cayó, sus magos perecieron, y los ecos de la vida en sus calles fueron reemplazados por el susurro del viento entre las ruinas. Mientras la civilización que lo creó se desvanecía, Tholgar permaneció, solitario y firme en las puertas de la ciudad, como un monumento viviente a un reino olvidado.

Con cada siglo que pasaba, Tholgar comenzó a desarrollar una conciencia melancólica, algo inusual para un ser creado de roca. No conocía el dolor físico, ni el cansancio, pero con el tiempo, comenzó a sentir el peso del vacío. Estaba construido para ser eterno, para nunca flaquear en su tarea, pero sin nadie a quien proteger, su propósito se había desvanecido, dejándolo como un coloso de piedra atrapado en un mundo que ya no lo necesitaba.

Tholgar se pasaba los días observando el horizonte, recordando los días de gloria cuando las caravanas entraban y salían por las puertas que él vigilaba, y los niños corrían bajo su sombra sin miedo. Ahora, solo el eco de sus propios pensamientos le hacía compañía. Era fuerte, indestructible incluso, pero esa fortaleza se había vuelto su mayor carga. Los vientos y las tormentas azotaban su cuerpo, y aunque su forma no se quebraba, cada golpe de la naturaleza parecía añadir una nueva capa de tristeza a su alma inmortal.